El próximo 26 de enero se celebra el Día Mundial de la Educación Ambiental, efeméride que pretende sensibilizar sobre la delgada línea entre el desarrollo humano y la conservación del planeta.

Lamentablemente el medio ambiente no es una fuente inagotable de recursos, y si no tomamos conciencia de que nuestros actos y nuestra forma de vida pueden traer graves consecuencias para todos los seres vivos.

Como la educación ambiental lo que pretende es crear conciencia sobre el cuidado del medio ambiente, nosotros queremos desde ya mismo aportar una vez más, nuestro granito de arena.

Consumir comida ecológica: bueno para la salud y para el medio ambiente

Como informa Greenpeace el 90% de las plantas silvestres y un tercio de los alimentos que consumimos, dependen de la polinización, pero lamentablemente un 20% de las abejas desaparecido en Europa.

¿El motivo? Los plaguicidas empleados en la agricultura industrial.

Y es que la agricultura industrial es destructiva con el medio ambiente por el ato consumo de agua y petróleo que precisa, esto añadido al uso de fertilizantes y plaguicidas químicos hacen que se generan gases de efecto invernadero.

Es un modelo de agricultura que es nociva para la biodiversidad ya que este modelo de agricultura se relaciona con la deforestación de los ecosistemas.

Para paliar estas consecuencias tenemos la comida de origen ecológico, basada en un tipo de cultivo sostenible. Y es que la agricultura ecológica protege la biodiversidad, conserva los recursos naturales, desarrolla prácticas medioambientales respetuosas y protege el bienestar animal.

Pero además contribuye a mantener nuestra salud al no contener pesticidas químicos, las frutas, verduras, cereales  y hortalizas ecológicas presentan hasta un 60% más de antioxidantes que en la agricultura industrial.

Tampoco es comida que esté modificada genéticamente y respalda el uso limitado de aditivos alimentarios.

En la agricultura ecológica se respetan los ciclos naturales asegurando la buena salud de las plantas, animales y suelos.

Como mínimo de forma anual los agricultores y agricultores ecológicos se someten a controles y exámenes que garanticen que cumplen con la agricultura sostenible.

Son un colectivo de trabajadores que no se dejan llevar por el mero consumismo y el despilfarro de nuestra sociedad actual y que nos recuerdan cuestiones fundamentales para nuestro futuro, que a veces se nos olvidan o no las tenemos demasiado presentes, como el hecho de que a través del suelo se alimentan los seres vivos y nos aportan oxígeno que el agua es un recurso natural esencial para la vida en nuestro planeta y nos recuerdan la enorme importancia de la biodiversidad, ya que todos los organismos cumplen una función dentro del ciclo de la naturaleza.

Y tú ¿te sumas a cuidar del planeta mientras saboreas los alimentos de mayor calidad y sabor?